Él, hoy y yo, nos presenta vivencias sencillas pero poderosas. Nos muestra cómo Dios se hace evidente en lo sencillo y cotidiano de nuestra vida, así como también en los grandes desafíos que podemos enfrentar.
Cada uno de nuestros días está marcado por la majestuosidad de un Dios presente que expresa: «Estuve, estoy y también estaré. No te llevaré a rodear el camino, te llevaré a atravesarlo. ¡No temas ni desmayes! Enfrentemos juntos este desafío».
No te preocupes por entender los métodos, ocúpate en los resultados. Si estás listo para elevar una oración ¡prepárate para ser desafiado con las respuestas!
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